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Emprender es cultivar

Emprender es cultivar. Es construir tu propio huerto, comenzar por una semilla y acabar comiéndote el fruto con tus propias manos.

Hoy os queremos compartir cuando bajamos de las nubes y nos plantamos en la tierra, para sembrar nuestro pequeño fruto, Papaya Limón.

La decisión de emprender y crear nuestra marca nació como una oportunidad después de estar meses en casa reflexionando qué queríamos hacer con nuestra vida. Ambas habíamos terminado en nuestros anteriores trabajos, teníamos tiempo y sobre todo, muchas ganas de crear un proyecto en el que disfrutásemos cada día. Nos lanzamos, con miedo e incertidumbre, pero con la ilusión de algún día poder dedicarnos exclusivamente a ello. 

La idea de emprender viene de años atrás, cuando retomamos nuestra amistad después de unos años en pausa. Antes de crear Papaya Limón, nos inspiramos en el rastro de Madrid, experimentamos tiñendo bolsas de tela con arándanos, metimos la manos en el barro y nos apuntamos a cerámica, y dejábamos volar la imaginación con una copa de vino, fresas y un lienzo en blanco. No fue hasta el 2020, cuando encontramos el momento para dar el 100% de nuestra energía y convertirnos en agricultoras de nuestra propia marca.

Crear tu propia marca es como ver crecer a un limonero. Somos conscientes que el momento para poder dedicarte exclusivamente a ello no llega del día a la mañana, hay que ir regando y cosechándola día a día. Como cuando plantas una semilla, para llegar a ver sus frutos hay que ser paciente, darle cariño, y sobre todo, ser muy constante. 

Pero, ¿sabéis que es lo mejor de emprender y cultivar tu propio sueño? que te mueves por la pasión y la motivación, lo disfrutas y es muy importante creer en lo que estás haciendo para no rendirte y seguir con ello. Te conviertes en tu jefa, una gran responsabilidad, pero también ganas flexibilidad y poder gestionarte tu tiempo para compaginarlo con otros sueños que aparezcan por el camino. 

Emprender es cultivar, cultivar una idea, dedicarle tiempo, regarla y darle forma para que el resultado se convierta en tu fruto favorito. Porque sembrar una semilla es fácil, pero comerte el fruto es el reto.

Melisa y María, dos amigas que de estar soñando siempre en las nubes, llevaron su proyecto a la tierra y lo hicieron realidad.

P.D.: si estás leyendo esto y te encuentras en ese punto, entre lanzarte a emprender o seguir como estás, no dudes en escribirnos y te enviamos toda la energía y motivación para que sigas regando tus sueños.

Emprender es cultivar

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